¿Vamos a jugar?

¡Que nunca falten los juegos de construcción, son una explosión de creatividad! Tres formas para divertirnos. 1) Jenga de animales: el objetivo es ser el último jugador que extraiga una pieza sin que la torre se derrumbe. Construimos la torre y tiramos el dado, ¿qué animal sacaste? ¿un león, un conejo, un panda..? El animal nos dice que bloque quitar. Los bloques extraídos los vamos colocando en la parte superior de la torre. ¿Y si jugamos con las cartas? En vez del dado utilizamos las cartas como indicador de qué animal sacar. 2) Efecto Dominó: colocamos los bloques en forma vertical uno atrás del otro cuidando que la distancia entre las piezas no sea superior al largo del bloque. Podemos hacer las formas más locas y luego empujamos la última pieza y observamos como cae una a una. 3) Construcción: lo podemos usar como un juego de construcción libre.

Lo elegimos porque…

Es un juego versátil que permite pasar tiempo en familia y aprender jugando. Ayuda a los peques a comprender conceptos de orientación espacial que son importantes para el desarrollo de la percepción.

Tiene los beneficios de los bloques de construcción convencionales, ayudan a desarrollar de forma temprana habilidades fundamentales mientras se divierten apilando, encastrando, armando y desarmando. Al manipularlos se fortalecen los músculos de las manos y los dedos, favoreciendo la coordinación mano-ojo y el agarre. Podemos usarlos para plantear actividades como contar, a clasificar por colores y por animales. Estos conceptos son fundamentales para el desarrollo de su agilidad mental. Estimula la creatividad y la imaginación, los bloques son el medio por el cual representan sus ideas.

Si incentivamos a que los peques que describan lo que ven o hacen también puede servir para desarrollar el lenguaje.

Un juguete sustentable y duradero, ya que está hecho 100% en madera y con pinturas no toxicas en base agua. Realizado siguiendo estrictas normas de seguridad europeas y tienen los certificados EN71.